1 de diciembre de 2016

Prevención y tratamiento del colesterol


Es fundamental llevar a cabo una alimentación equilibrada. A evitar: alimentos ricos en grasas vegetales trans o hidrogenadas y alimentos ricos en grasas saturadas y altamente procesados como ciertos embutidos.

Por otro lado, las grasas poli-insaturadas y mono-insaturadas, grasas “saludables”, hay que incluirlas en la dieta. Las poli-insaturadas y los omega 3 se encuentran en pescados azules, aunque sean en conserva, y los omega 6 en aceites de semilla, nueces y otros frutos secos. La avena y las semillas de lino tienen fibras solubles que reducen sus niveles. Otro alimento saludable es la lecitina de soja, que ayuda a metabolizar las grasas.

 La dieta mediterránea es la idónea porque su aporte de grasas proviene fundamentalmente de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. También es importante el consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas. Además, la obesidad es un factor de riesgo (al igual que el alcohol, el tabaco y el estrés) , ya que los obesos suelen tener hipertrigliceridemia y un nivel bajo de HDL.

También es muy importante hacer ejercicio aeróbico (caminar, correr suave, aerobic, ciclismo, natación…), a intensidad moderada (65-70 por ciento de frecuencia cardiaca máxima) y de manera regular (3 -5 veces por semana), aumenta el HDL y reduce el LDL y los triglicéridos.

Si la dieta y ejercicio no consiguen rebajar los niveles, se optará por fármacos. La elección de los mismos depende de la anomalía dominante.

Es importante realizarse un análisis periódico de sangre para controlar los niveles de colesterol, sobre todo si tenemos la tensión alta.

Para más información:
http://www.saluddiaria.com/2192/efectos-consecuencias-del-colesterol-alto/
http://www.fundaciondelcorazon.com/prevencion/riesgo-cardiovascular/colesterol.html

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