1 de diciembre de 2016

Importancia del calzado



El pie es una zona delicada y proclive a sufrir patologías y lesiones. Una elección impulsiva puede hacer que compremos un calzado que no se adapte a las características de nuestro pie. Un mal zapato puede generar problemas de espalda (de salud en general).

Consejos para elegir calzado:
1.- Seleccionar el zapato adecuado a la actividad a realizar
2.- Material que transpire, como el cuero, para evitar la humedad producida por la sudoración, así como el calentamiento y consecuente ablandamiento del tejido epitelial del pie. Si el zapato es transpirable, pueden evitarse en parte las rozaduras y hongos
3.- Evitar el calzado de plástico que no deja transpirar al pie
4.- Suaves y flexibles con un grosor aproximado de 2 cm. Una suela muy gruesa puede generar problemas en la pisada, mientras que una muy delgada no permite que haya un soporte adecuado.
5.- Que no tengan costuras internas para evitar rozaduras
6.- El talón debe ser fuerte para brindar contención, calzar cómodo y no resbalar


7.- Evitar los zapatos planos (tipo “bailarinas”), ni los que tengan mucho tacón. Lo ideal es 4-5 cm, pasarse puede generar problemas en los pies,  la rodilla y estimular la aparición de varices.

8.- El pie debe sentirse cómodo y amplio donde cada dedo tenga espacio con holgura
9.- Comprar nuestra talla
10.- Conviene que el pie esté sujeto, con cordones, hebillas o similar

El momento idóneo para probarse el calzado es a última hora, cuando los pies están cansados e hinchados.
Al calzarse no debe doler ni apretar. Eso de que el zapato se amolda después al pie es falso; siempre es al revés. Y da lugar a deformaciones como los dedos en martillo, en garra, los juanetes o las superposiciones de dedos.

Usar un mal calzado puede causar problemas de circulación, deformación ósea y fatiga.
Los pies resisten todo el peso y están en constante actividad. Privilegiar la moda ante la comodidad puede ocasionar lumbalgias y enfermedades articulares degenerativas en tobillo, rodilla y cadera.

La fatiga es el resultado más incomodo, pero menos grave de un mal calzado. En ese caso es necesario que ponga los pies en alto para que reposen y la sangre circule con facilidad.

El calzado tiene la misión de proteger el pie de las inclemencias del tiempo, de las irregularidades del terreno, de los golpes, roces, heridas...
La utilización del tipo correcto de calzado afecta directamente en el bienestar del pie e incide indirectamente en el apropiado funcionamiento de las articulaciones, columna vertebral y cuello.

Para más información:
http://www.vivirbienesunplacer.com/todos/la-importancia-de-un-buen-calzado-para-la-salud-de-los-pies/

http://www.finanzaspersonales.com.co/consumo-inteligente/articulo/la-importancia-buen-calzado/47071

http://www.ortoweb.com/blogortopedia/la-importancia-de-un-buen-calzado/

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