3 de diciembre de 2016

Estrés


El estrés es peligroso cuando afecta durante un período extenso: puede causar fatiga constante, desconcentración o irritación y aumentar cualquier problema emocional.

Reacciones al estrés a largo plazo pueden alterar el sistema inmunológico en formas asociadas con condiciones de envejecimiento como fragilidad, funcionalidad, enfermedad coronaria, osteoporosis, artritis, diabetes tipo 2, y algunos tipos de cáncer.

El estrés excesivo puede empeorar factores de riesgo como la hipertensión y colesterol. Además, las personas que reaccionan con coraje u hostilidad, común en el estrés, tienen un riesgo mayor de padecer una enfermedad del corazón.
Sentimientos de desesperación que acompañan al estrés pueden fácilmente tornarse en depresión, que le lleva a descuidar una dieta balanceada y hábitos de actividades. Esto, le puede aumentar el riesgo de tener un ataque al corazón y disfunción renal. Su manejo ayuda a una recuperación rápida luego de un ataque al corazón. Muchos de los estresantes más comunes a largo plazo surgen de forma concurrente y sin previo aviso.

El cuerpo reacciona al estrés de manera física, mental y emocional. Su función es hasta cierto punto una protección, una manera de mantenernos alerta.
Cuando no se sabe controlar o no se encuentra manera de canalizarlo, se torna angustia. Se producen dolores de cabeza, naúseas y/o dolor de pecho. El insomnio es otro padecimiento a mediano plazo.

Aumento de peso: la hormona del estrés (cortisol), tiende a activarse, y a su vez podría incrementar la cantidad de tejido adiposo.
Incluye a algunos trastornos del ánimo como la ansiedad y el estrés laboral, como factores que pueden favorecer una mala memoria. El cortisol, puede interferir con la habilidad del cerebro para formar recuerdos.
Puede dañar tu cabello y provocar la aparición de acné.
Situaciones de angustia, podrían fomentar un acortamiento de los telómeros, capas protectoras en los extremos de los cromosomas (aceleramiento del envejecimiento celular).

El estrés puede ser físico, emocional o psicológico.
Los factores genéticos y los acontecimientos de la infancia, incluso antes de nacer, pueden afectar la forma en que manejamos las situaciones.

La reacción al estrés produce liberación hormonas (cortisol y adrenalina) a circulación. Éstas aumentan su concentración, capacidad de reaccionar y fuerza. Aceleran los latidos, aumentan la presión sanguínea, refuerzan el sistema inmunitario y agudizan la memoria.

Los cambios que ocurren durante los momentos de estrés pueden ser muy beneficiosos cuando ocurren poco tiempo. El estrés crónico a largo plazo causa desgaste y deterioro.

Consecuencias:
Dolor de estómago debido a que se vacía más lentamente. También se incrementa la actividad del colon, puede producir diarrea.
Obesidad: aumento del apetito. Conlleva un riesgo de contraer diabetes o enfermedad cardiovascular.
Sistema inmunitario: debilitamiento y, por consiguiente, puede sufrir más enfermedades.
Ansiedad, depresión, pérdida de sueño y falta de interés en actividades físicas. La memoria y la capacidad de decidir pueden verse afectadas.
 Aumento de la presión sanguínea, frecuencia cardiaca y grasa en sangre. También elevación del nivel de glucosa especialmente de noche, y aumento del apetito. (Todos esos efectos son factores de riesgo para enfermedades cardiacas, aterosclerosis, derrames, obesidad y diabetes)

Cuando siente estrés de corta duración puede sentir ansiedad, nerviosismo, distracción, preocupación y presión. Si el estrés aumenta o dura más tiempo:

Cansancio excesivo, depresión
Dolor o presión en el pecho, palpitaciones rápidas
Mareos, temblores, dificultad para respirar
Irregularidades del ciclo menstrual, disfunción eréctil (impotencia), pérdida del deseo sexual

Si los síntomas son severos, es posible que necesite ayuda sanitaria para identificar la raíz de su estrés y la mejor forma de manejarlo.

El ejercicio moderado y frecuente mejora el proceso mental y estado de ánimo.

Para más información:
www.nlm.nih.gov/medlineplus/stress.html
www.nimh.nih.gov/health/publications/stress/fact-sheet-on-stress.shtml
www.mayoclinic.com/health/stress-management/MY00435
www.heart.org
www.womenshealth.gov/faq/stress-your-health.cfm
www.hormone.org/audiences/pacientes-y-cuidadores/preguntas-y-respuestas/2010/el-estres-y-su-salud

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