6 de diciembre de 2016

TCA (I): Trastornos de la conducta alimentaria

Un excesivo perfeccionismo, el fomento de modelos de belleza alejados de la realidad por medios audiovisuales y los trastornos en la percepción de la imagen corporal contribuyen a aumentar los casos de desórdenes alimenticios nerviosos, hasta convertirlos en un problema de salud pública.

Los trastornos del comportamiento alimentario (TCA) son aquellas patologías en las que se realizan conductas de alimentación alteradas y comportamientos patológicos ligados al control del peso. Estos patrones afectan negativamente a la salud, pudiendo provocar la muerte de la persona.

Afectan fundamentalmente a adolescentes, aunque también aparecen en niños y adultos, y son más frecuentes en mujeres -un 90% de los casos, aproximadamente-. Entre sus posibles causas, se incluyen:

• Factores biológico-genéticos. Se considera la influencia de ciertos marcadores genéticos y alteraciones bioneurológicas.
• Factores psicológicos. Por ejemplo: un perfeccionismo excesivo, trastornos afectivos y de personalidad.
• Aspectos socioculturales. Entre ellos se incluyen conflictos familiares, sobreprotección y niveles de exigencia elevados por parte de los padres, familias desestructuradas, conductas alimentarias irregulares en la familia, actividades profesionales y de ocio con elevados niveles de exigencia en cuanto al físico.
• Contextos de vulnerabilidad y factores estresores. También se han asociado con los TCA acontecimientos vitales estresantes como abusos sexuales, físicos o críticas al físico en la infancia.


Existen ciertos trastornos psiquiátricos que se pueden presentar asociados a los TCA. Los más frecuentes son:
• Trastornos de personalidad.
• Trastornos afectivos, como el trastorno depresivo mayor.
• Abuso de sustancias.
• Trastornos de ansiedad, como el
trastorno obsesivo-compulsivo o la fobia social.
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (por sus siglas en inglés, DSM) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría define la anorexia nerviosa (AN), la bulimia nerviosa (BN) y todas aquellas patologías que no cumplan los patrones de las anteriores las incluye como trastornos de la conducta alimentaria no especificados (TCANEs), aunque también ha comenzado a definir el trastorno por atracón o sobreingesta compulsiva.

Es fundamental diagnosticar estos trastornos a tiempo. Un pronóstico tardío dificulta una posible superación pudiendo convertirse en crónicos, con mayores secuelas y un riesgo incrementado de muerte.

Ampliaremos esta información con otras entradas en los próximos días. Más información: 

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