Hemos estado hablando de diversos ejercicios que nos ayuda a la hora de prevenir o paliar diversas patologías o enfermedades pero, ¿qué sucede con la gente que no los puede realizar por sí misma?
Existen muchas personas que necesitan la ayuda de otra para comer o moverse, por lo tanto sus músculos no se ejercitan lo suficiente y pueden atrofiarse. Cualquier persona puede quedarse inmovilizada total o parcialmente tras un accidente o una enfermedad. La lesión dependerá de las zonas del cuerpo afectadas y del tiempo que éstas tarden en sanar. Algunas lesiones serán irreversibles.
Dependiendo del tiempo que estas personas se encuentren en cama necesitarán unos cuidados u otros; personas encamadas que se encuentren totalmente inmovilizadas necesitarán ayuda tanto para el aseo, como para la movilidad y prevención de ulceras como para la realización de ejercicios que eviten la pérdida muscular. Debemos ayudarles a encontrarse lo más cómodos posibles ya que muchas de estas personas encamadas están totalmente conscientes. Y aunque no lo estuvieran deberemos de ayudarles a tener una vida cómoda. Otro caso serán las personas encamadas pero por tiempo parcial tras una lesión o un accidente ya que se encontrarán menos tiempo sin movilidad y tendrán menos posibilidades de sufrir atrofias o lesiones.
Empezaremos tumbados boca arriba, con los brazos y las piernas estirados. Intentaremos repetir unos diez veces el ejercicio con cada extremidad.
- Intentaremos mover los dedos de los pies hacia arriba y abajo doblándolos y estirándolos lo máximo posible
- Doblar y estirar las piernas, primero de una en una y luego las dos a la vez. No levantaremos el pie del suelo.
- Repetiremos el ejercicio anterior pero esta vez levantando el pie.
- Levantaremos la pierna lo máximo posible y la mantendremos estirada el mayor tiempo posbile.
- Primero haremos las repeticiones con la punta del pie mirando hacia arriba.
- Segundo haremos las repeticiones con la punta del pie mirando hacia fuera.
- Tercero haremos las repeticiones con la punta del pie mirando hacia dentro.
- Con la pierna totalmente estirada, colocaremos un cojín, un rulo o una toalla enrollada debajo de la rodilla y pediremos al paciente que haga presión con la rodilla hacia abajo, mientras la punta del pie mira hacia él. Aguantar unos segundos la presión y relajar.
- Con las piernas flexionadas, el familiar o cuidador, cogerá uno de los pies del paciente, a nivel del talón, para resistir el movimiento, y le pedirá a este, que haga fuerza para estirar la pierna. Una vez estire la pierna, la volverá a flexionar para seguir con las repeticiones.
- Con las piernas flexionadas, el familiar o cuidador, cogerá la parte interna de las rodillas y le pedirá que haga fuerza para juntarlas. Una vez hecho, las volverá a abrir para continuar con las repeticiones.
- Igual que el ejercicio anterior, pero el familiar o cuidador cogerá las rodillas por fuera y pedirá que las separe.
- Con las rodillas flexionadas y los brazos estirados a lo largo del cuerpo. Levantar el culo de la cama y volver a bajar.
- Con las piernas estiradas, flexionar la pierna, para llegar a tocar la rodilla con la mano del mismo lado, hacer una ligera presión entre mano y rodilla y volver a estirar la pierna.
- Igual que el ejercicio anterior, pero ahora deberá tocar la rodilla con la mano del lado contrario.
A continuación os dejamos un video con algunas sugerencias o indicaciones para seguir a la hora de realizar los ejercicios.
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