15 de diciembre de 2016

Ejercicios para encamados o personas con movilidad reducida

Hemos estado hablando de diversos ejercicios que nos ayuda a la hora de prevenir o paliar diversas patologías o enfermedades pero, ¿qué sucede con la gente que no los puede realizar por sí misma?
Existen muchas personas que necesitan la ayuda de otra para comer o moverse, por lo tanto sus músculos no se ejercitan lo suficiente y pueden atrofiarse. Cualquier persona puede quedarse inmovilizada total o parcialmente tras un accidente o una enfermedad. La lesión dependerá de las zonas del cuerpo afectadas y del tiempo que éstas tarden en sanar. Algunas lesiones serán irreversibles.

Dependiendo del tiempo que estas personas se encuentren en cama necesitarán unos cuidados u otros; personas encamadas que se encuentren totalmente inmovilizadas necesitarán ayuda tanto para el aseo, como para la movilidad y prevención de ulceras como para la realización de ejercicios que eviten la pérdida muscular. Debemos ayudarles a encontrarse lo más cómodos posibles ya que muchas de estas personas encamadas están totalmente conscientes. Y aunque no lo estuvieran deberemos de ayudarles a tener una vida cómoda. Otro caso serán las personas encamadas pero por tiempo parcial tras una lesión o un accidente ya que se encontrarán menos tiempo sin movilidad y tendrán menos posibilidades de sufrir atrofias o lesiones.

Empezaremos  tumbados boca arriba, con los brazos y las piernas estirados. Intentaremos repetir unos diez veces el ejercicio con cada extremidad.
  1. Intentaremos mover los dedos de los pies hacia arriba y abajo doblándolos y estirándolos lo máximo posible
  2. Doblar y estirar las piernas, primero de una en una y luego las dos a la vez. No levantaremos el pie del suelo.
  3. Repetiremos el ejercicio anterior pero esta vez levantando el pie.
  4. Levantaremos la pierna lo máximo posible y la mantendremos estirada el mayor tiempo posbile.
  5. Primero haremos las repeticiones con la punta del pie mirando hacia arriba.
  6. Segundo haremos las repeticiones con la punta del pie mirando hacia fuera.
  7. Tercero haremos las repeticiones con la punta del pie mirando hacia dentro.
  8. Con la pierna totalmente estirada, colocaremos un cojín, un rulo o una toalla enrollada debajo de la rodilla y pediremos al paciente que haga presión con la rodilla hacia abajo, mientras la punta del pie mira hacia él. Aguantar unos segundos la presión y relajar.
  9. Con las piernas flexionadas, el familiar o cuidador, cogerá uno de los pies del paciente, a nivel del talón, para resistir el movimiento,  y le pedirá a este, que haga fuerza para estirar la pierna. Una vez estire la pierna, la volverá a flexionar para seguir con las repeticiones.
  10. Con las piernas flexionadas, el familiar o cuidador, cogerá la parte interna de las rodillas y le pedirá que haga fuerza para juntarlas. Una vez hecho, las volverá a abrir para continuar con las repeticiones.
  11. Igual que el ejercicio anterior, pero el familiar o cuidador cogerá las rodillas por fuera y pedirá que las separe.
  12. Con las rodillas flexionadas y los brazos estirados a lo largo del cuerpo. Levantar el culo de la cama y volver a bajar.
  13. Con las piernas estiradas, flexionar la pierna, para llegar a tocar la rodilla con la mano del mismo lado, hacer una ligera presión entre mano y rodilla y volver a estirar la pierna.
  14. Igual que el ejercicio anterior, pero ahora deberá tocar la rodilla con la mano del lado contrario.

A continuación os dejamos un video con algunas sugerencias o indicaciones para seguir a la hora de realizar los ejercicios.


Más información:


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