11 de diciembre de 2016

Alimentos: soja

Es conocido que en ciertos países de Asia se consumen con cierta frecuencia alimentos con soja. Se le han atribuido propiedades beneficiosas y en Occidente las grandes empresas, aprovechando el bajo coste de su producción, la han incorporado a productos muy variados, además de las tradicionales salsas de soja. Entre ellos:
- Sucedáneos de la leche y leches de fórmula.
- Harinas para piensos y productos de panadería o repostería industriales.
- Proteínas de soja para elaborar tofu y añadir a ciertos embutidos.
- Brotes de soja, como elemento para añadir a ensaladas y otros platos.

Pero, ¿se trata de un alimento seguro?

En primer lugar, es necesario tener en cuenta que en países como Japón o China la soja se consume mayoritariamente tras ser sometida a procesos de fermentación -por ejemplo el natto o las salsas de soja-, por lo que se eliminan ciertos elementos presentes en la soja sin fermentar. La soja empleada en los productos industriales no está fermentada, por lo que sus propiedades y características nutricionales son diferentes. 

¿Qué características posee la soja no fermentada?

· Contiene elementos que inhiben la absorción de minerales como el magnesio, el calcio, el zinc o el cobre e impiden la digestión de ciertas proteínas. Algunos de estos elementos son las saponinas, el ácido fítico o inhibidores de proteasas, y por sus efectos sobre la digestión de nutrientes necesarios para el organismo se conocen como "antinutrientes".
· Los goitrógenos de la soja inhiben la función normal de la glándula tiroides, favoreciendo el hipotiroidismo. Por ello es cada vez más frecuente desaconsejar su consumo en niños y pacientes con un diagnóstico de esta enfermedad. 
· Se ha vinculado el consumo de soja a una reducción de factores de riesgo cardiovascular (LDL) pero a su vez se ha relacionado con un incremento de los niveles de lipoproteína A, que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además la soja contiene una sustancia llamada hemaglutinina, que favorece las aglomeraciones de glóbulos rojos de la sangre, por lo que se incrementa el riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
· Los fitoestrógenos se han relacionado con beneficios para mujeres en la menopausia. Sin embargo, también se han vinculado con infertilidad en animales y efectos a largo plazo de deterioro neuronal y demencias.

Por estos motivos la soja sin fermentar no es un alimento recomendable en nuestra dieta.

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