Los períodos más prolongados de sueño profundo se observan en personas activas y con una tiroides hiperactiva; asociados con metabolismos más rápidos.
La privación de sueño está relacionada con cambios metabólicos: aumentan los niveles de cortisol (hormona implicada en la respuesta al estrés) en sangre, disminuye la capacidad del organismo de procesar glucosa y el control del apetito se altera.
Los períodos reducidos de sueño están asociados con menor tolerancia a la glucosa y mayor concentración de cortisol en sangre. En ayuno, el elevado nivel de glucosa y de insulina indica que la administración de glucosa es inadecuada. Y la baja tolerancia a la glucosa es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9ZtpQU7-funnWleo73WLgWYKqlSQ2bdonFhHDTHWp2iKT3y0WGj_sAFmPHzcS_JtSHNAkROGsIw1O0OecBv8idW13m_s-az2XU5kNbvOJi6NQGK07TR26Z3wFGiGOPf1y5iHnoAJjq8aT/s1600/images.jpg)
Además, las personas con falta de sueño tienen menor probabilidad de ser físicamente activas, lo que deriva en menor gasto energético.
Para saber más:
- Knutson K.L. et al. (2007). The metabolic consequences of sleep deprivation. Sleep Medicine Reviews 11(3):159-62
- Spiegel K. et al. (2005). Sleep loss: a novel risk factor for insulin resistance and Type 2 diabetes. Journal of Applied Physiology 99:2008-19
- Van Cauter E. et al. (2007). Impact of sleep and sleep loss on neuroendocrine and metabolic function. Hormone Research 67:2-9
No hay comentarios:
Publicar un comentario