Es recomendable cuidar nuestros hábitos para estar activos, descansados y bien nutridos, pero también hemos de prestar atención a la salud de nuestra mente. Esto engloba nuestro bienestar psicológico, emocional y social, y finalmente afecta a nuestra manera de pensar, sentir y actuar.
La salud mental no es un apartado aislado en el bienestar de la persona; la actividad física, el descanso e incluso la nutrición pueden influir en nuestra mente. A su vez, fomentar la salud mental puede evitar otro tipo de problemas de salud y sociales en el futuro. Se han vinculado por ejemplo trastornos neuróticos como la neurastenia a percepciones de baja realización personal, agotamiento emocional y despersonalización.
Desde la infancia resulta muy beneficioso impulsar las relaciones positivas, la curiosidad por el aprendizaje, la imaginación y fomentar la expresión de las emociones y la conciencia acerca de los demás, el entorno y uno mismo. Para ello pueden resultar de gran ayuda los juegos en equipo y otras actividades que fomenten la atención sobre estos aspectos.
Más información en:
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/insat/rst06106.pdf
http://www.cat-barcelona.com/uploads/rets/03_ret_75.pdf
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